París, la ciudad de las luces y las cafeterías. Conviértase en su propio jefe. Necesitará una buena mente analítica y reflejos afilados si quiere tratar con sus clientes de manera eficiente.
¿Cómo se juega? Observa en cada momento lo que quieren los clientes i sírvelos rápidamente para que te degen unas buenas propinas.